La más habitual en la historia de la música es la composición a cuatro voces: bajo, tenor, contralto y soprano; tanto para la composición coral como para la musica de camara, especialmente en cuarteto de cuerdas, se utiliza el arte del contrapunto para la composición con distinto número de voces, siguiendo unas reglas que simulan mantener la independencia de las voces al tiempo en que se consigue que la composición musical resulte armónica.
La técnica básica del contrapunto fija reglas para la consonancia de los intervalos de los tiempos acentuados, dejando más libertad para la evolución de las líneas entre los acentos. También existen reglas para el tratamiento de las disonancias.
En general, las especies de contrapunto ofrecen menos libertad para el compositor que otros tipos de contrapunto, por lo que es conocido como contrapunto riguroso o estricto. Las especies de contrapunto se han desarrollado como una herramienta pedagógica, en la que un estudiante avanza a través de varias "especies" de complejidad creciente, con una parte muy simple que no cambia conocido como el cantus firmus (en latín significa "melodía fija"). El estudiante va adquiriendo gradualmente la capacidad de escribir contrapunto libre, que es el contrapunto menos rigurosamente limitado, por lo general sin cantus firmus, conforme a las reglas del momento.
- Nota contra nota;
- Dos notas contra una;
- Cuatro (extendido por otros para incluir tres o seis, etc.) notas contra una;
- Notas descolocadas contrapuestas entre sí (como suspensiones);
- Todos las primeras cuatro especies juntas, como contrapunto florido.