domingo, 13 de septiembre de 2015

Canto Llano

Por canto llano entendemos la música de la iglesia en la alta edad media, antes de la llegada de la polifonía. Habiendo crecido gradualmente en el servicio de culto cristiano se convirtió en la música exclusiva de la Iglesia hasta el siglo nueve, cuando la polifonía hizo su primera y modesta aparición. Durante siglos tuvo un lugar de honor siendo por una parte cultivada junto a la nueva música y sirviendo, por otra, como fundamento sobre el que crecía su rival.

Cuando la polifonía vocal alcanzó su punto culminante, en el siglo dieciséis, el canto llano había perdido la estima de los hombres y se fue dejando de lado cada vez más a lo largo de los siglos siguientes. Pero la Iglesia siempre la consideró su música propia, perfectamente adaptada a sus ceremonias y por fin, en nuestros días, ha llegado un renacimiento que parece destinado a restaurar el canto llano a su antigua gloriosa posición.

Historia

Aunque no se sabe mucho respecto a la música de la iglesia de los tres primeros siglos y aunque parece claro que los tiempos de las persecuciones no favorecían el desarrollo de una liturgia solemne, hay muchas alusiones en los escritores contemporáneos que muestran que los primeros cristianos solían cantar tanto en privado como cuando se reunían para el culto público. También sabemos que tomaban sus textos no sólo de los salmos y cánticos de la Biblia sino que también componían cosas nuevas. Estos solían llamarse himnos, ya fueran imitaciones de los hebreos o de formas poéticas griegas clásicas

Así pues se establecieron los tres tipos de cantos corales y desde entonces en adelante fueron desarrollándose continuamente, llegando hasta S. Gregorio, en cuyo tiempo se dieron cambios importantes. Uno de ellos fue el acortamiento del gradual que originalmente era un salmo cantado como responsorio. Tuvo un lugar en la misa desde el principio. La alternancia de lecturas de la Escritura con el canto responsorial es una de las características fundamentales de la liturgia. De la misma manera que se dan las respuestas después de las lecciones de maitines, también se tienen las respuestas del gradual después de las lecturas de la misa, durante cuyo canto todos se sientan y escuchan.

Sistema de modos y tonos

La teoría del del sistema de tonos y modos del canto llano sigue estando algo oscura. Ya hemos hecho notar que la teoría actual medieval, fundamentó para el sistema de tonos una escala heptatónica diatónica de alrededor de dos octavas con adición de un si (b) bemol en la octava más alta. En este sistema, cuatro notas d (re), e (mi), f (fa) y g (sol) se tomaron como notas fundamentales (tónicas) de los modos. Cada uno de estos modos se subdividió según el compás, una clase, llamada auténtica, que tiene el compás normal, de la nota fundamental a la octava, la otra, llamada plagal, desde un cuarto bajo la nota fundamental a la quinta nota arriba.

Ritmo

La cuestión más importante en el canto llano, en la práctica, es la del ritmo y de nuevo hay en esto división de opiniones. Los llamados ecualistas u oratoristas mantienen que el ritmo del canto llano es el ritmo de la prosa latina ordinaria; que el valor temporal de todas las notas es el mismo, excepto cuando la conexión con las diferentes sílabas crea ligeras diferencias. Mantienen, sin embargo, la prolongación de las notas finales, mora ultimæ vocis, no solo al final de las sentencias y frases sino también en las divisiones menores de grupos de neumas en una sílaba. En la edición vaticana, por otra parte, con Dechevrens como su principal representante, mantienen que las notas del canto plano están sometidas a medidas estrictas. Distinguen tres valores que corresponden a las modernas corcheas, negras y blancas. Tiene a su favor numerosas expresiones de teóricos medievales y las múltiples indicaciones rítmicas de los manuscritos, especialmente las de la escuela de S. Gall (ver Neuma).

Formas

El canto llano tiene una gran variedad de formas producidas para los diferentes propósitos de la piezas y por las condiciones varias del la ejecución. Una distinción principal es la de cantos antifonales y responsoriales. Estos son sobre todo cantos de solista y por ello elaborados y difíciles; los antifonales con cantos corales o congregacionales y por ello simples y sencillos. Son responsoriales los graduales, versillos del aleluya, tractos de la misa, responsos de las antífonas del oficio y su salmodia. Las antífonas de la misa, especialmente el introito y la comunión son una especie de tipo idealizado de antífona, que conserva la simplicidad general de las antífonas, aunque son ligeramente más elaboradas puesto que se asignaban a un grupo de cantores entrenados.

Fuentes:
http://ec.aciprensa.com/wiki/Canto_llano

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